Adiós.
No me gusta ese término para definir la situación.
A-Dios, pero... ¿El qué?
En realidad no le debo nada.
El término específico es
A-Vosotros.
Responsables de la arena entre los dedos,
de las páginas escritas.
Permanentes.
Solidarios con nuestros preludios.
Avosotros.
Transición, tierra de nadie. Por fin seré yo quien decida sobre ella y no un deber prefijado y de puntillas para ver que hay delante. Bien. ¡Bien!
PD: Tampoco sé cuanto durará esta transición, así que espero aprovecharla.
Hay que inventar tiempo.