Ganas de tocar el cielo
no se dan cuenta
Ni ladrillos
ni dinero
ni motores
sólo papel
y una mente
que vuele.
Y es verdad.
A veces cuando camino por la ciudad miro arriba y pienso que le estamos rascando ya los cataplines al cielo. Pero bueno, luego me monto en bus y ya se me pasa. (Esto lo escribí ahí)
Y lo mejor es dejarlo claro. Así luego se entiende todo.
Y se puede disfrutar más de cosas como esta
Marina
majestuosa, mágica
infinita.
mi niña es
el sol
sobre la alfombra
al otro lado de la puerta
cogiendo
una flor !aja!
un viejo
destruido en la batalla
emerge de su
silla
y ella me mira
y solo ve
amor,
!aja! , y me reconcilio
con el mundo
y respondo con amor
simplemente
como
estaba
previsto.
O esta .
CENSURED
Sólo a veces.