Un todo, eso es lo que es el Chojin. Puede ser el más hardcore siguiendo el rap más a pelo, que ser el que más te hace pensar. Sin duda, de los que más piensan la letra. Aspira a más. Y este poema de arriba se lo he dado mano a mano. Bueno, al menos si lo lee sabrá que no todo es ropa ancha ni todo es ser el más gallo, no hay límites en la jaula del folio.
El sabor de un verso es a gusto del consumidor. Es mi opinión.Puede leer esto sentado, tranquilo, y se le hará dulce.Porque es dulce, pero también amargo.Porque le puedo contar esto en una cita, y será como gustar un café o una cerveza. La amargura de lo dulce.O ácido.El limón es mi tinta preferida. ¿Alguna vez han probado un verso? ¿Alguna vez han probado un beso? Me encantan. Podría ponerles en la misma situación.El verso amargo de la despedida. El beso dulce de la poesía.
Pero para mí, esto es insípido.Es como el agua, necesaria.Pero a la vez tiene sabor y no sabría calificarlo. ¿Algo insípido y sabroso?Exacto, y también efímero.Como el humo. Mastique con sus párpados, atento lector, y digiera con su mente. Beba de mi agua y que fluya por su cuerpo.Pero al final, atento lector, recuerde que es efímero, y que siempre acabará rumbo al viento, como el humo…
¿Han oído hablar sobre las aventuras gráficas? Seguro que sí. El calentarse el coco descifrando los misterios que engloban la historia a la que estas formando parte controlando a un personaje que generalmente te cae bien... Me gusta, me gusta. Mencionar:
"Monkey Island" (Que me recuerda y no se por qué a piratas del caribe)
"Maniac mansion"
"Indy & the fate of Atlantis"
Pueden resultar un reto, y es muy fácil bajarlos e instalarlos, además, no ocupan casi nada. Así que ánimo y láncense ;)
Hoy me ha llegado la fantástica noticia de que mi nuevo primo Elías, de Etiopía, ya está con sus nuevos padres, mis tíos. El sábado llegarán a España. Joder, estoy eufórico.
Hoy no es tiempo de Poesía ni de música ni de letras.
¿Saben qué? En estos casos afirmo que una imagen vale más que mil palabras:
En la oscuridad de mi habitación yo llamo sombra a la luz de luna que proyecta mi ventana. Llamo música al silencio y al grillo usurpador.Llamo óleo al interior de mis párpados y mundo a mi mente.
Es curioso cómo, cuando uno se enfunda, la realidad pasa a sueño y el color a negro.
Todo cambia, y sin embargo, ¿Por qué sigues estando tú?
Texto corto. Y para más interesados/cotillas de mi vida personal, no escribo sobre alguien en particular, sino sobre la figura del alguien particular aun inexistente.
Y hablando sobre otra cosa...
¿Sabéis que Enc. vendrá -si no mañana, ayer- por aquí en forma de poesía?
Ya leeréis.
Y otro tema...
The Great dictator!
Gran gran película (sonora) de Charles Chaplin. Otra que recomiendo fervientemente. Y si no han visto, cosa que dudo mucho, deben de hacerlo. Parodia el régimen nazi en Alemania durante la segunda guerra mundial. Tronchante.
El ka siempre gira y avanza. Como una rueda. Como una rueda de molino gigante rodando sobre un campo de grano. Arrasando con todo a su paso, sin ojos, sin cerebro, solo girando. Sin cesar. Eso decían. El estaba atascado. Su ka no avanzaba. El no avanzaba. Dejadme decir algo sobre los hombres. Sobre los hombres de verdad. No sobre Clint Eastwood, Cristiano Ronaldo o los modelos de Victorio & Lucchino. Los hombres DE VERDAD lloran. Todos. A veces los hombres de verdad simplemente necesitan llorar. Se encuentran mal sin motivo aparente. No saben el porque. A los hombres no les gusta llorar porque si. Lo consideran muestra de debilidad. Y se reprimen. Cuando tengan razones lloraran. Ahora no. El nudo formándose en el pecho. Cada vez más grande. Pero ahora no. El tenía un nudo en el pecho a punto de desbordar. Un cubo bajo una gotera. Es estupido. La gotera no va a parar de gotear. El cubo solo retendrá lo que tiene que pasar. Hay que arreglar la gotera. El ni siquiera tiene ganas de cambiar el cubo. Esta solo. En la orilla del mar. Mira hacia atrás y ve la antigua torre. Suspira. Mira hacia delante. Solo el mar oscuro. No hay chica a su lado. Ni falta de ella. Entonces decide sentarse en la arena. La arena fría bajo sus muslos. Enciende el móvil y escucha una canción de amor. Y piensa en ella. ¿Quién es ella? Ella no existe. Busca alguien más tangible en quien pensar. Y la primera persona que se le viene a la cabeza la echo de su vida hace un año. El nudo se desborda. Y llora. Llora esperando a que una chica que no conoce venga. Pero nunca viene. El solo llora hasta quedarse sin ganas. Hasta el último acorde de la canción. Y entonces se levanta. Seca sus lágrimas y vuelve al paseo. Se preocupa de limpiar bien sus lágrimas. Enciende un cigarrillo y unos chicos mas pequeños se apartan de el cuando va a pasar. Cuando los chicos no le ven por su semblante serio de hombre artificial, de Clint Eastwood, de tipo duro; cruza una sonrisa y piensa: “Inapariencias”
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero el Jardín Botánico es un parque dormido en el que uno puede sentirse árbol o prójimo siempre y cuando se cumpla un requisito previo. Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
El secreto es apoyarse digamos en un tronco y oír a través del aire que admite ruidos muertos cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero el Jardín Botánico siempre ha tenido una agradable propensión a los sueños a que los insectos suban por las piernas y la melancolía baje por los brazos hasta que uno cierra los puños y la atrapa.
Después de todo el secreto es mirar hacia arriba y ver cómo las nubes se disputan las copas y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes ah pero las parejas que huyen al Botánico ya desciendan de un taxi o bajen de una nube hablan por lo común de temas importantes y se miran fan ticamente a los ojos como si el amor fuera un brevísimo túnel y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.
Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble (también podría llamarlo almendro o araucaria gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo) hablan y por lo visto las palabras se quedan conmovidas a mirarlos ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero es lindísimo imaginar qué dicen sobre todo si él muerde una ramita y ella deja un zapato sobre el césped sobre todo si él tiene los huesos tristes y ella quiere sonreír pero no puede.
Para mí que el muchacho está diciendo lo que se dice a veces en el Jardín Botánico
ayer llegó el otoño el sol de otoño y me sentí feliz como hace mucho qué linda estás te quiero en mi sueño de noche se escuchan las bocinas el viento sobre el mar y sin embargo aquello también es el silencio mírame así te quiero yo trabajo con ganas hago números fichas discuto con cretinos me distraigo y blasfemo dame tu mano ahora ya lo sabés te quiero pienso a veces en Dios bueno no tantas veces no me gusta robar su tiempo y además está lejos vos estás a mi lado ahora mismo estoy triste estoy triste y te quiero ya pasarán las horas la calle como un río los árboles que ayudan el cielo los amigos y qué suerte te quiero hace mucho era niño hace mucho y qué importa el azar era simple como entrar en tus ojos dejame entrar te quiero menos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero puedo ocurrir que de pronto uno advierta que en realidad se trata de algo más desolado uno de esos amores de tántalo y azar que Dios no admite porque tiene celos.
Fíjense que él acusa con ternura y ella se apoya contra la corteza fíjense que él va tildando recuerdos y ella se consterna misteriosamente.
Para mí que el muchacho está diciendo lo que se dice a veces en el Jardín Botánico
vos lo dijiste nuestro amor fue desde siempre un niño muerto sólo de a ratos parecía que iba a vivir que iba a vencernos pero los dos fuimos tan fuertes que lo dejamos sin su sangre sin su futuro sin su cielo un niño muerto sólo eso maravilloso y condenado quizá tuviera una sonrisa como la tuya dulce y honda quizá tuviera un alma triste como mi alma poca cosa quizá aprendiera con el tiempo a desplegarse a usar el mundo pero los niños que así vienen muertos de amor muertos de miedo tienen tan grande el corazón que se destruyen sin saberlo vos lo dijiste nuestro amor fue desde siempre un niño muerto y qué verdad dura y sin sombra qué verdad fácil y qué pena yo imaginaba que era un niño y era tan sólo un niño muerto ahora qué queda sólo queda medir la fe y que recordemos lo que pudimos haber sido para él que no pudo ser nuestro qué más acaso cuando llegue un veintitrés de abril y abismo vos donde estés llevale flores que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero el Jardín Botánico es un parque dormido que sólo despierta con la lluvia.
Ahora la última nube a resuelto quedarse y nos está mojando como alegres mendigos.
El secreto está en correr con precauciones a fin de no matar ningún escarabajo y no pisar los hongos que aprovechan para nadar desesperadamente.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen aquellos dos a la izquierda del roble eternos y escondidos en la lluvia diciéndose quién sabe qué silencios.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico aquí se quedan sólo los fantasmas.
El acordeón de un vagabundo es el ritmo de este escrito. El óleo más colorido el fondo.Los cercanos, los que se cuentan con la mano, la compañía.Tú, la esencia.El lugar… prescindible.El gris, lo demás.El negro, lo siguiente.El blanco de mi mente y el verde nuestro florecer. Humo de personalidad y el fuego que la enciende.El globo se va con la inocencia, y el viento que viene con ideales.Sonrisas en el cuadro, café en las mesas.Tristeza en las fronteras del marco.Y como he dicho, gris en lo demás.
-------raya discontínua que separa una cosa de la otra--------
Hoy... película:
Valla un peliculón American History X. Es de estas películas que las tienes pendientes y nunca te decides a verlas, pero cuando las ves... buah. A mí me ha encantado. Por eso (con tardanza, ya que seguramente la habrá visto todo quisqui) la recomiendo.
Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar.
Nunca persequí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar donde hoy los bosques se visten de espinos se oyó la voz de un poeta gritar "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar. Le cubre el polvo de un país vecino. Al alejarse le vieron llorar. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso.
Antonio Machado
En la playa de la foto se hará camino, golpe a golpe y verso a verso.
Buff. El bluesman que vendió su alma al diablo para obtener el éxito con su guitarra, allá por un cruce hacia Mississipi (o como se escriba). Murió misteriosamente a los 27 años y compuso 29 canciones. Y con solo eso, ya es uno de los legendarios del blues.