Qué cantar.
Mi ventana casi cerrada
hace que el viento sufra.
Y yo?
Preocupantemente limitado.
Ladridos y programas basura
no pueden ser lo único
porque si fueran lo único
sería triste.
Entonces surge el qué se yo
-y en domingo-
y acordes evocan futuros
que no existen.
Pero al menos consuelan.
El maldito arte es el que me hace seguir en pie cuando me distraigo, cuando me desvío por esas largas y desiertas veredas. Y así, tras esta frase, llego a una conclusión más en un domingo más:
La línea recta es la distancia más corta entre dos puntos. Si un punto es la vida y otro punto es la muerte, podéis estar seguros de que me voy a desviar por esas sendas.
Esto se sobrentiende, lo sé, pero por qué lo digo? Eh? Pues a parte de que es domingo, la principal razón es que he empezado a ver un poco al tal BERGMAN, y esto es lo que pasa.
1 comentario:
Muchas muchas vueltas :)
Publicar un comentario