domingo, 17 de abril de 2011

B.

Qué cantar.

Mi ventana casi cerrada

hace que el viento sufra.

Y yo?

Preocupantemente limitado.

Ladridos y programas basura

no pueden ser lo único

porque si fueran lo único

sería triste.

Entonces surge el qué se yo

-y en domingo-

y acordes evocan futuros

que no existen.

Pero al menos consuelan.



El maldito arte es el que me hace seguir en pie cuando me distraigo, cuando me desvío por esas largas y desiertas veredas. Y así, tras esta frase, llego a una conclusión más en un domingo más:

La línea recta es la distancia más corta entre dos puntos. Si un punto es la vida y otro punto es la muerte, podéis estar seguros de que me voy a desviar por esas sendas.

Esto se sobrentiende, lo sé, pero por qué lo digo? Eh? Pues a parte de que es domingo, la principal razón es que he empezado a ver un poco al tal BERGMAN, y esto es lo que pasa.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muchas muchas vueltas :)