martes, 4 de enero de 2011

Hermosa y pequeña muerte

Es hermosa la

muerte

en sus ojos negros

cerrados

y sus manos

y su cuerpo tan

pequeño,

es tan bella,

que duele.


Héroes inertes

que se perdieron

sin llegar a

ser,

sin llegar a

sentir

nuestras presentes caricias

carentes de sentido,

pero donantes de

vida.

Cómo sueña la

muerte,

como duerme

una niña.

Así, mientras dormía,

le raptó

-bajo el mártir corazón-

y su belleza quedó

sellada

en la eternidad.

Esto pasa.

A veces la muerte se enamora.


Esa es la primera vez que vi un cadáver.

Y eso es todo. Esta semana he descubierto que la casualidad existe, que no es ficticia. Es efímera y escurridiza, y cuando te descuidas ya no está y te preguntas si de verdad ha pasado. Si a alguien le ocurre una casualidad, que la aproveche, que para eso están, que sin casualidades el amor no existiría. Si no que se lo digan a Tomas y Teresa.

Ni un café? Rien de rien? Qué pensaría Edith Piaf... !!


La vie en rose!

Tres tres jolie. La verdad es que cuando vi esta película pensaba, joder, cómo no puede ver esta muchacha que se le está subiendo a la cabeza. Y es que es un trayecto de artista standard, pero que sin duda alguna consigue conmovernos.

Rien de rien es posiblemente una de las mejores canciones de redención y más románticas que he escuchado, y si veis la película y su vida, al escucharla, sabréis lo que estoy diciendo. Y la vie en rose... la vie en rose es como suena. Hasta el potaje te parece una bendición.

(Pongo la versión de Louis Amstrong que me gusta más xD)



Y feliz 2011. Año Nuevo, Insert Coint


Sokak Savaşa Karşı | Streets Against The War from sokak savasakarsi on Vimeo.


3 comentarios:

Unknown dijo...

"Porque no se es poeta de 5 a 7" Me ha encantado tu hermosa muerte :)

Pd: La vie en rose es lo más romántico que he escuchado jamás.

enc. dijo...

La casualidad es como pillar tu tren cuando está empezando a escupir humo y a deslizarse por los railes. Cuando hay que saltar para agarrarse.

;)

L. dijo...

Hacía tiempo que no oía de Teresa y Tomas..., y no, no podría existir la casualidad. Pero para gustos, colores.