sábado, 14 de mayo de 2011

Lápiz y animación

Sin saber,

a lo mejor vuela

más alto que las paredes

que la encierran.

Alas grandes

hechas de segundos

que son como gotas

de agua en semillas

conocidas.

Desayuno con diamantes,

ahora mismo la veo

en el comedor.

Y es esa canción

la que riega

como una lluvia torrencial

el pasado

y lo asesina.


Primero: Una de las cosas que más me gustaban de niño era hacer castillos en la arena, y destruirlos después con el pie, o con agua... Un juego de niños, al fin y al cabo. Mucho ánimo a toda Lorca, porque no somos nada, somos como castillos de arena en manos de la niña naturaleza. Y a veces eso no se puede remediar.


Segundo: Pues yo que sé. Quién no se haya leído juego de tronos que lo haga... Así como indirecta... Y otra cosa:

Arsénico por compasión (Frank Capra, 1944) Para empezar, el mero hecho de ver al Cary Grant este merece la pena, porque las situaciones por las que pasa son divertidísimas. Pero el plato fuerte, la verdadera magia, es la sensación de estar sentado en un patio de butacas viendo una representación en directo. Un simple escenario, la casa de las tías, basta para que un número de personajes, a cada cuál más disparatado y característico, haga de las suyas. Y yo me reí. Vamos, creo que es de estas películas que, aunque sean antiguas, gustan a todo aquel que le guste el género y vaya al cine.

Pero como siempre, para gustos los colores.





Lo último, este corto que me pone los pelos como escarpias:

1 comentario:

Nieves dijo...

Para gustos colores :)